OPINIÓN
De PASO, el pueblo hizo un PACTO
Publicado el 16 de Agosto de 2011 - Link de la nota: http://bit.ly/pl6J6b
Las elecciones Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) del domingo pasado ofrecen en sus resultados la posibilidad de distintas interpretaciones. La más elemental, sin duda, es la de ser, por falta de competencia intrapartidaria a nivel presidencial, una gran encuesta previa a las elecciones de octubre. En este sentido tendrán para todos el valor de cualquier buena encuesta: permitir a las fuerzas políticas el ajuste o redefinición de sus estrategias electorales. Aquí proponemos otro camino de análisis basado en las características de la propuesta que obtuvo la mayor cantidad de votos y que lejos de ser una nueva alternativa es una fuerza y un liderazgo que viene ejerciendo el poder hace más de ocho años, sosteniendo un rumbo que presenta atributos claros: profundidad en los cambios realizados, en la alteración a favor de la Nación de las variantes macroeconómicas, en la presencia activa del Estado, en la reconstrucción del tejido social, productivo, cultural y tecnológico, en la reparación con memoria, verdad y justicia a tanto daño y dolor, en la recuperación de la autoestima como Pueblo y como Patria. Amplitud en los sectores sociales incluidos, en la multiplicidad de protagonistas y participantes, en la diversidad de esferas de la vida social involucradas, en la dimensión del ciclo histórico que va encontrando un antes y un después. Consistencia entre lo prometido y lo actuado, en las herramientas institucionales utilizadas, en el avance de menor a mayor, en la respuesta frente a las agresiones y los intentos desestabilizadores, en la toma de posición en el marco regional y mundial. Transmisibilidad en la coherencia entre el pensar, el decir y el hacer, en la solidez del relato, en la continuidad intergeneracional, en la construcción de pluralidad, en la gestación de una épica que augura futuro porque no huye del pasado sino que le echa luz y enfrenta sus consecuencias. Organicidad en la construcción de un gran sujeto político colectivo que defienda y prolongue la vigencia del proyecto nacional y popular. Si los poderosos dejaron de tener en el Ejecutivo su administrador, en el Parlamento su escribanía, y en la Corte Suprema su estudio jurídico, la política debe dejar de tener en sus partidos a simples cáscaras de mero uso electoral vacías (o escondedoras) de contenidos sustantivos. Y así volvemos al comienzo de esta columna. Los argentinos ya no malgastamos las posibilidades que ofrece la democracia. Hicimos mucho más que participar de una encuesta. Al menos los millones que votamos al Frente para la Victoria ratificamos un camino de Profundidad, Amplitud, Consistencia, Transmisibilidad y Organicidad. Un PACTO que hicimos de PASO para, en octubre, volver a ofrecer a todos y todas una posibilidad cierta. No sólo la de defender lo realizado, sino la de completar lo pendiente. Nunca menos para que nunca más nos vuelvan a robar la Patria, los sueños y el futuro.
