Zonceras Siglo XXI

"LEY DE CONTROL DE MEDIOS K"
Para referirse a la nueva ley de Servicios de Comunicaciones Audiovisuales los grandes grupos mediáticos la llamaron la “Ley de Control de Medios K”, porque sostenían y sostienen que lo que se busca es controlar a los medios de comunicación con una ley inventada por Kirchner y copiada de Venezuela.
Lo primero que hay que decir que la LEY DE MEDIOS es una norma que comenzó a gestarse a partir de la vuelta a la democracia en 1983, a efectos de reemplazar el decreto-ley Nº 22.285 sobre Radiodifusión dictado por la dictadura militar en 1980 y reformada por el menemismo. A partir de esta propuesta surgió la Coalición por una Radiodifusión Democrática que nuclea unas 400 (cuatrocientas) organizaciones de la Sociedad Civil (OSC’s): representada por medios de comunicación comunitarios de todo el país, pueblos originarios, universidades y grupos dedicados a la cultura, que con la ley anterior no tenían posibilidad alguna de expresarse en el marco de la radiodifusión. Producto de ello se consensuaron 21 puntos que llevó adelante la referida Coalición. Se declararon a favor de una nueva ley de radiodifusión incluyendo los 21 puntos arriba mencionados las legislaturas de la Pcia. de Buenos Aires, Santa Fe, Córdoba, Chaco, y muchos municipios.
Como si eso fuero poco, el anteproyecto fue debatido en 100 foros en todo el país de los que se tomaron 200 aportes que lo modificaron. Posteriormente en la Cámara de Diputados de la Nación se realizaron 80 modificaciones más a pedido de los legisladores, en su mayoría, de la oposición. Todo este proceso participativo hace que no quepan dudas de que es una de las leyes más democráticas de nuestra historia. No es menor tampoco el dato de que el resultado de la votación en Diputados fue de 147 votos a favor, 4 en contra y 1abstención, y en Senadores 44 votos a favor y 24 en contra. Lo cual demuestra que los legisladores la apoyaron mayoritariamente. Demasiadas reformas y modificaciones para que alguien pueda sostener seriamente que se trata de una ley kirchnerista o de Kirchner.
Ya encontramos que de “K” poco le quedo, resta analizar qué controles se establecen en la nueva LEY DE MEDIOS. Los controles los realiza la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual, el Consejo Federal de Comunicación Audiovisual, y una comisión bicameral (compuesta por Senadores y Diputados) de seguimiento de la actividad, donde en todos tendrán representantes las fuerzas con representación parlamentaria (mayoría, 2 y 3 minorías) además de académicos y especialistas en el tema, con controles en los territorios provinciales, por lo que también es una ley con un alto grado de federalismo. Cabe aclarar que según el decreto-ley de la Dictadura la única autoridad de control era el titular del COMFER. Más democracia, más controles.
Vale citar un aspecto que se hace a su contenido, como una muestra muy contundente de su grado de democratización: a partir de ahora, el espectro radioeléctrico será compartido en tercios por medios del Estado, medios privados y medios de organizaciones de la sociedad civil (sindicatos, universidades, cooperativas, iglesias, etc.)
En definitiva, más que una “Ley de Control de Medios K” la LEY DE MEDIOS es una ley que abre el juego a muchas más voces en los medios de comunicación, que democratiza y garantiza la pluralidad de ideas.


AHORA APOYA EL GOBIERNO PORQUE FUE COOPTADO, COMPRADO; EN CAMBIO, ESE QUE AHORA SE HIZO OPOSITOR ES PORQUE SE DIO CUENTA”

Existe un doble estándar que se construye desde los medios de comunicación y que repiten los representantes de la oposición. Ese burdo doble estándar es así: los legisladores que se van de nuestro bloque y votan en contra del gobierno son ídolos populares, pasan a tener la estima de la sociedad y son reporteados por todos los medios de los monopolios. Por otro lado, aquellos Senadores o Diputados que deciden apoyar una propuesta del gobierno son tránsfugas, delincuentes, son vendidos o “cooptados”.
Si alguien viene de la oposición y decide apoyar una medida de la Presidenta se le dice de todo, los medios le dicen que es “corrupto”, “traidor”, “sinvergüenza”. Si la cosa es al revés, alguien elegido por el “kirchnerismo” decide pasarse a la oposición, entonces los medios hablan de “valentía”, o de “heroísmo”.
Resulta interesante resaltar como funciona esta zoncera pero sobre todo lo que oculta. Y lo que oculta es un profundo desprecio por aquellos ciudadanos (y vale recordar que un legislador también lo es) que se decida a acompañar, incluso cuando lo haga críticamente, con autonomía, alguna iniciativa gubernamental. Pareciera, a juzgar por esta zoncera, que sólo los opositores son capaces de tener pensamiento y convicciones y que cualquier adherente o simpatizante del proyecto nacional solo puede serlo en virtud o bien de una supuesta moral corrupta (“lo compraron”) o bien de su falta de autonomía decisoria (“es un clientelizado”).




LOS K SE QUIEREN APROPIAR DE LOS DERECHOS HUMANOS”

Por derecha y por izquierda intentan derrumbar uno de los pilares de los gobiernos de Néstor Kirchner y Cristina Fernández de Kirchner, la promoción y defensa de los Derechos Humanos. ¿Qué dice? Que en realidad los Kirchner se quieren apropiar de los Derechos Humanos. Además dicen que se hace un uso político de los Derechos Humanos, “lo hacen para sacar votos y limpiar su imagen”.
Sin embargo, nadie puede negar que los Kirchner asumieron a los derechos humanos como una cuestión de Estado. Su apoyo político a las Madres y a las Abuelas de Plaza de Mayo es evidente y está fuera de toda discusión. La orden del ex presidente al entonces jefe del Ejército Roberto Bendini de bajar el cuadro del dictador Jorge Rafael Videla va a pasar a la historia como uno de los gestos y símbolos más fuertes contra los delitos de lesa humanidad. Pasando por el impulso de los juicio a todos los responsables, militares y civiles, del genocidio producido por el terrorismo de Estado a partir de la derogación y declaración de nulidad de las leyes de impunidad (obediencia debida y punto final) y de los indultos.
La política de Derechos Humanos no se agotó ahí. Se recuperó a la ESMA, se señalizaron casi 500 centros clandestinos de detención, fortalecimiento de la Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad, logrando que muchos más bebés apropiados recuperen su identidad y se reencuentren con sus familias biológicas; orden de no reprimir las movilizaciones populares, ni las protestas sociales.
Muchas de estas medidas no han contado con el apoyo mayoritario del país y, sin embargo, Néstor Kirchner y Cristina Fernández de Kirchner no dudaron en seguir adelante con ellas para continuar construyendo una Democracia que se sustente en el respeto de los Derechos Humanos, en la lucha contra la impunidad haciendo efectiva la plena vigencia de los derechos y libertades fundamentales.
No hay apropiación de los Derechos Humanos, hay decisión política de Néstor Kirchner y Cristina Fernández de Kirchner en hacer efectiva la plena vigencia de los Derechos Humanos en la Argentina, más allá de los votos que se puedan cosechar por ello.


NÉSTOR KIRCHNER Y CRISTINA FERNÁNDEZ DE KIRCHNER SON AUTORITARIOS”

La oposición y los grandes medios de comunicación repiten una y otra vez que el Gobierno Nacional es autoritario. Dicen “Néstor y Cristina son autoritarios”.
Pero de qué hablan cuando hablan de autoritarismo los medios hegemónicos? Hablan de gobiernos que pretenden conservar y gestionar el poder político mediante mecanismos que se encuentren en abierta contradicción con la libertad, hablan de una sociedad en donde no se respetan las libertades individuales.
Entonces sostiene que tanto Néstor, como Cristina han cercenado las libertades de las personas. De la simple enunciación de esta zoncera surge su falsedad. Todos los días nos despertamos con tapas de diarios manifestando su oposición al Gobierno Nacional, si prendemos la televisión tenemos a los periodistas mejores pagos de la Argentina hablando pestes del Gobierno y ridiculizando a Néstor o a Cristina. Pasa lo mismo con las mayorías de las radios…
¿Puede existir un gobierno autoritario con tantos medios de comunicación opositores? Quizás esta verdad de Perogrullo se entienda mejor al formular y responder la siguiente pregunta ¿Cuántos medios de comunicación (diarios, canales de televisión, radios fueron cerradas? La respuesta es ninguno.
También hay que mencionar que ha sido el gobierno de Néstor Kirchner el que acabó con la mayoría automática de la Corte cambiando jueces alineados con el poder económico por jueces independientes y de probada jerarquía académica. No podemos olvidarnos que las grandes leyes de este proceso político han sido ampliamente debatidas en el Congreso Nacional.
Nos hablan de autoritarismo pero el Congreso Nacional sesiona libremente y sanciona leyes, la Justicia dicta sentencias de todo tipo, incluso en contra de los intereses del Gobierno Nacional; y, finalmente, la Presidenta gobierna y gestiona. Nada más lejos del autoritarismo.


LOS KIRCHNER QUIEREN APROPIARSE DE LA CAJA

Desde la oposición suele afirmarse que todas las políticas públicas del Gobierno Nacional están orientadas para quedarse con la “caja”. Así van repitiendo que la nacionalización de los fondos de la AFJP o la reestatización de Aerolíneas Argentinas son sólo excusas para hacerse de la caja. Una moderna versión de “Achicar el Estado es agrandar la Nación” con la que la Dictadura Militar nos inundaba las calles. El objetivo es el mismo, lograr que el Estado sea bobo y no intervenga en la economía, en apoyo a los trabajadores, en la generación de empleo o que no se implemente la Asignación Universal por Hijo.
Sostienen que “los Kirchner” quieren apropiarse de la caja, tras la reestatización de las jubilaciones y la eliminación de las AFJP ya que el manejo de esos fondos quedó en manos de la Anses. Ahora lo llaman caja, pero antes nadie decía nada mientras los privados giraban fondos al exterior o les pagaban sueldos altísimos a los gerentes de las AFJP, mientras el Estado Nacional tenía que hacerse cargo de pagar las jubilaciones que ellos no podían pagar. Por supuesto, usaban la plata para desviar fondos a sus accionistas en el exterior y para pagar a sus gerentes pero nunca para aumentar las jubilaciones. Se oponen porque siempre hicieron política en beneficio de los poderosos, entonces les duele y les molesta que no sólo se haya recuperado la administración de lo público, sino que también se haya recuperado un sistema de solidaridad del que todos parecían haberse olvidado. Pocos recuerdan que el sistema de capitalización condenaba las jubilaciones a la miseria.
Esta zoncera es una de las más peligrosas de estos tiempos, porque tiene por objeto poner al Estado en el lugar de observador de la realidad y no en el lugar protagónico de hacedor de políticas públicas tendientes a una mayor distribución de la riqueza, a generar más trabajo y más igualdad. A los fondos del Estado los llaman despectivamente “la caja” y de esa manera, tratan de que confundamos al Estado con “la caja” de los Kirchner. Pues no, “la caja” es la caja de todos.
Lo que la oposición llama “la caja” son las políticas de los gobiernos de Néstor Kirchner y Cristina Fernández que posibilitaron que la jubilación mínima, que durante una década se mantuvo en la suma de $ 150, haya crecido un 700% hasta la fecha, que los jubilados que en 2003 eran3.400.000, hoy asciendan a 5.780.000, es decir, que aumentó el 70% la cantidad de beneficiarios. Esa “caja” posibilitó que la jubilación mínima pasara de $150 en 2003 a $1046 en 2010, lo que implica un incremento del 597% en los haberesjubilatorios.
Esa supuesta “caja” es la que también ha posibilitado que la ANSeS implemente la Asignación Universal por Hijo que constituye la cobertura social más amplia y de mayor "remuneración" de América Latina, y beneficia a 3.684.000 chicos, recibiendo sus padres la suma de $220 por hijo.
Entonces, lo que les preocupa a la oposición y a los grupos mediáticos concentrados no es “la caja”, es que ya no existe un Estado que genera mayores negocios para los grandes grupos económicos, que el Estado ya no desvía los ahorros de los argentinos hacia el exterior para pagar la Deuda Externa. Ahora el Estado regula el mercado y genera más inclusión y, va por más, va por la redistribución de la riqueza.
No es “la caja”, es el Modelo Nacional y Popular.